Escalopines de ternera al vinagre balsámico
Esta es una receta de esas que gustan a todo el mundo, por su sencillez y sobre todo por su sabor. La Tagliata all’aceto balsamico es una receta italiana que se suele preparar con solomillo de ternera. Quería hacer una receta rápida pero a la vez muy sabrosa para la que empleé escalopines de añojo, de la parte de la contra del animal, más delgados y que se hicieron en menos de 2 minutos. Pero también podéis adaptar la receta perfectamente con solomillo o con otras carnes, quedarán igual de ricas ya que la salsa es lo mejor de la receta. Estos filetes en salsa de vinagre balsámico son un segundo plato muy sabroso y fácil de preparar, la salsa le da al plato un sabor agridulce y va bien con la carne en general. No he puesto acompañamiento porque creo que lo mejor es usar un buen trozo de pan para mojar en la salsa y acompañar con una ensalada de lechuga o escarola. Espero que os guste, ya me contaréis.
Ingredientes
- 500 g de escalopines de ternera cortados en filetes finos
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de perejil picado y fresco
- 300 ml de vinagre balsámico
- 100 ml de agua o caldo de carne
- Sal al gusto
- Pimienta negra recién molida al gusto
- 40 ml de aceite de oliva virgen extra Abril selección
Preparación de los filetes en salsa
Para obtener el mejor sabor en esta receta es cocinar la carne a temperatura ambiente, para ello debemos sacar la carne de la nevera una hora antes de cocinarla. Salpimentamos por los dos lados y reservamos. Comenzamos pasando los escalopines en una sartén o cazuela baja por aceite de oliva virgen extra Abril Selección, vuelta y vuelta, no más de un minuto por cada lado, no queremos que nos queden duros como piedras. La carne debe quedar jugosa, además se acabará de hacer en la salsa que vamos a preparar a continuación. Retiramos de la sartén a un plato y continuamos con la receta. Preparamos la salsa de vinagre balsámico, para ello pelamos los dos dientes de ajo y los echamos a la sartén con el mismo aceite donde hemos hecho la carne. Lo mejor para tener el sabor del ajo es machacarlo o en un mortero o con un machaca ajos como podéis ver en el vídeo de Terra, así no os encontraréis trozos grandes a la hora de comer, aunque esto va al gusto del personal. Una vez que pillen un tono dorado, echamos el perejil cortado finamente y juntamos con el ajo. Añadimos el vinagre balsámico y el caldo de carne o agua. Dejamos que reduzca durante 5 minutos a fuego fuerte hasta que se forme una salsa espesa como si fuese jarabe. Apagamos la sartén y ya fuera del fuego añadimos la carne y el jugo que haya soltado. Pasamos vuelta y vuelta para que se empape del sabor de la salsa, con que reposeen esa salsa un minuto es más que suficiente. En Italia, se suelen añadir a la salsa unas bayas de enebro, algo de canela en rama y unos clavos de olor para aromatizarla un poco más. Incluso le iría muy bien el toque de una cucharada de miel. Esta salsa es perfecta para barbacoas o para carnes a la parrilla. Podéis guardarla en un bote hermético en la nevera durante unos días (3 ó 4, no más). Ya podemos emplatar, recomiendo añadir una hojita de perejil en la presentación para darle un toque de color al plato. Lo podemos acompañar de unas patatas fritas o de una buena ensalada de tomate o de escarola, os lo dejo a vuestra elección. No os olvidéis de un trozo de pan para mojar la salsa ¡está gloriosa!