Queso fresco
Ingredientes:
- 1 litro de leche pasteurizada, como la que compras en el supermercado. (Elige la que viene en sachet (bolsa) o botella, no las de caja ni las larga vida, pues no cuajará el queso)
- 45 ml de jugo fresco de limón bien filtrado
- 1 pizca de sal
- Ají seco
- Orégano
- Pimienta o lo que quieras
- 100 ml de yogurt natural sin azúcar (para lograr una textura mucho más cremosa)
- 2 cucharadas de crema de leche
Preparación:
En una olla grande, agrega la leche y ponla a fuego bajo, revolviendo suavemente hasta calentar. Cuando se formen unas burbujas pequeñitas en los bordes, retira del calor, coloca la tapa o un paño por encima y deja reposar unos 20 minutos. Pasado este tiempo, agrega el jugo de limón bien filtrado, además de la crema de leche y el yogurt si así lo prefieres. Revuelve muy suavemente para integrar sin incorporar aire y deja reposar por 10 minutos más. Después, pones la olla a fuego medio y calienta hasta que notes que la leche comienza a “cortarse”, es decir, a hacer grumos de cuajada que se separan del suero líquido. En este punto añade la sal, revolviendo bien. El siguiente paso es colar: retira el suero en la mayor cantidad posible con una cuchara, y luego puedes verter toda la mezcla en un colador con gasa o tela de quesos, suspendido sobre un contenedor para recolectar el suero que drena. Agrega en este punto los sabores especiales que quieras, añádelos al momento de dar la forma. Una vez que se haya escurrido todo el suero y tengas una pasta cremosa pero más compacta, amasa muy poco para darle la forma que quieras a tu queso. Luego, coloca en un recipiente de plástico de cierre hermético hasta el momento de consumo, siempre dentro de la nevera.