Tarta de limón y merengue
Ingredientes para el bizcocho:
- 3 huevos
- 200 g de azúcar
- 180 ml de aceite de oliva suave
- 1 yogur de limón (125g)
- 250 g de harina
- 2,5 cdtas de levadura química
- 1 cdta de extracto de vainilla
- Ralladura de limón
Ingredientes para la crema de limón:
- 300 ml de leche
- 3 yemas de huevo
- 60 g de azúcar blanco
- 30 g de fécula de maíz (Maicena)
- 1/2 cdta de pasta de limón
- 1/2 cdta de extracto de vainilla
Ingredientes para el merengue italiano:
- 100 g de claras de huevo
- 300 g de azúcar blanco
- 60 ml de agua
- 1/4 cdta de cremor tártaro
Preparación:
Para hacer la crema pastelera empezamos añadiendo tres cucharadas de leche a la fécula de maíz, también conocida como Maicena. El resto de la leche la reservaremos para más adelante. Removemos con una cucharita hasta disolverla por completo. Ahora con unas varillas de mano batimos un poquito las tres yemas. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo enérgicamente hasta obtener una mezcla cremosa y blanquita. Agregamos la mezcla de leche y Maicena que habíamos reservado, y removemos bien hasta que se integre. Para darle sabor agregamos el extracto de vainilla y la pasta concentrada de limón. Con estos ingredientes el proceso para hacer la crema es mucho más sencillo. Mezclamos un poco con las varillas y agregamos el resto de la leche. Ahora, ponemos en un cazo toda la mezcla a fuego bajo. A partir de aquí debemos removerla constantemente para evitar que se pegue. Para llegar mejor a todas las paredes del cazo, lo mejor es remover con una lengua repostera. Si se pega, la crema tendrá unos grumitos que debemos eliminar triturándola con una batidora de mano, pero si se remuve constantemente a fuego bajo no se pegará nada. Después de unos 10 minutos comprobamos la consistencia de la crema. Si al separarla con la lengua repostera tarta un poquito en unirse, esto quiere decir que ya está espesa. Y cuando enfríe estará aún más consistente. La retiramos del fuego y la ponemos en un bol. La tapamos a piel con papel film y la dejamos reposar hasta que atemepere. Cuando ya esté fría, la llevamos a la nevera durante un mínimo de 2 horas para que tome más consistencia. Para hacer el bizcocho batimos los huevos durante 10 minutos a velocidad media, para que espumen y tripliquen su volumen. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo un minuto más. Agregamos el aceite a la mezcla y dejamos que se integre. También le añadimos el yogur de limón y la vainilla. Batimos un poquito y añadimos la ralladura de limón. Una vez hemos mezclado todo, con un colador, añadimos la harina junto a dos cucharaditas y media de levadura química. Damos unos golpecitos al colador y en unos segundos tendremos los ingredientes tamizados. Ahora batimos a velocidad mínima y solo lo justo hasta que ya no veamos restos de harina en la masa. No debemos sobrebatir la mezcla, de lo contrario el bizcocho se apelmazará. Para esta tarta utilizamos dos moldes de layer cakes de 18 centímetros de diámetro y spray antiadherente para que después sea más sencillo desmoldar los bizcochos. Vertemos la masa en los dos moldes por igual y con una espátula alisamos la superficie. Una vez listos, los llevamos al horno precalentado a 175 ºC. En 30 minutos tendremos los bizcochos horneados. Los sacamos del horno y los dejamos sobre una rejilla durante 10 minutos antes de desmoldarlos. Pasado este tiempo, sacamos los bizcochos de los moldes y los dejamos nuevamente en la rejilla para que se enfríen por completo. Cuando estén completamente fríos, con una lira o cuchillo, recortamos la parte superior, de esta manera tendremos unas capas completamente rectas y la tarta quedará perfecta. Para hacer el merengue italiano ponemos las claras a temperatura ambiente en la batidora y añadimos el cremor tártaro. Batimos a velocidad media durante 4 minutos para conseguir una burbuja pequeñita y firme. Pasado este tiempo, subimos a velocidad máxima y dejamos que se batan durante 4 minutos más. Conseguiremos unas claras montadas bien firmes, que tapamos y reservamos a temperatura ambiente para más adelante. Ahora, en un cazo ponemos el azúcar junto al agua. Removemos un poquito para empapar todo el azúcar y lo ponemos a fuego medio bajo. No debemos remover el azúcar, pero sí controlaremos la temperatura en todo momento. Cuando llegue a los 120 ºC, tendremos el almíbar en el punto justo para hacer el merengue. Lo retiramos del fuego y ponemos de nuevo la batidora en marcha a máxima velocidad. Agregamos el almíbar poco a poco, en forma de hilo fino y constante. Debemos asegurarnos de que el almíbar no toque las varillas, ni el bol de la batidora para que no cristalice. Cuando terminemos de añadirlo seguimos batiendo el merengue hasta que se atempere. Esto depende de la temperatura ambiente, pero en unos 8 o 10 minutos estará listo. Para el montaje de la tarta, sobre un stand ponemos una base de cartón y con unos puntitos de crema fijamos el primer bizcocho a la base. Ponemos una primera capa fina de crema pastelera sobre el bizcocho. Para conseguir un relleno más consistente, colocamos unas cuantas frambuesas repartidas por toda la superficie. Ponemos el resto de crema sobre las frambuesas y para que endurezca un poquito la llevamos a la nevera 10 minutos. Pasado este tiempo, la crema estará más firme. Así que ponemos encima el otro bizcocho boca abajo. Repasamos un poquito los bordes para quitar posibles excesos de crema y empezamos a poner el merengue en los laterales de la tarta. Hacemos lo mismo con la parte superior. Cuando la tengamos totalmente cubierta, con una espátula más pequeñita, vamos marcando unas ondas tanto en el lateral como en la parte de arriba. Después, al tostar estas ondas, quedarán más marcadas. Ahora, colocamos el soplete a una distancia de unos 15 centímetros de la tarta y poco a poco vamos tostando el merengue. Finalmente, espolvoreamos un poquito de ralladura de limón en la parte superior de la tarta y decoramos con frambuesas y hojas de menta. Es necesario conservar la tarta en la nevera.